*Por Rafael Di Marco
En este nuevo aniversario de las inundaciones, si tuviera que ponerle un número, me queda la sensación de que aprendimos muy poco. Nuestros Gobernantes no toman lo que nos pasó a los cordobeses como se debe, con seriedad; y la gente común, se olvida de los que muchos vivimos.
Algunos no ven el problema con la sensibilidad que se necesita y piensan que esto pasó una vez y no volverá a pasar.
El tema es que ya pasó, pasa y volverá a pasar, tengamos en cuenta que desde hace muchos años tuvimos grandes crecientes, pero las condiciones en las cuencas cambiaron, por eso vemos más catástrofes y de un cambio climático que hace que las sequias y las lluvias cada vez sean más fuertes.
A muchos no les gustará escucharlo, pero seguimos lejos de una planificación conjunta y ordenada. Lo que se hace son obras aisladas, pero nada en conjunto como cuenca. Pasaron cuatro años y en ninguna de nuestras ciudades hay un mapa de riesgos, ni planes de contingencia. La prevención en las escuelas es nula, las comunicaciones a nivel oficial ante algún evento, son pésimas. El involucramiento de los intendentes, concejales y autoridades es casi inexistente en cuencas y a nivel local escaso. ¿Que se aprendió? Diría que poco y nada, es una cruel realidad.
Me queda de esos días de febrero de 2015 el dolor, el sufrimiento, la desesperación y la angustia. No me gustaría que nadie más pasara por lo que nosotros pasamos como familia. ¡La cantidad de gente que se sumó a la búsqueda de Mariana! Realmente hasta el día de hoy, pienso en eso… También me quedará el recuerdo de la desorganización a nivel provincial, la falta de criterio, de planeamiento, de logística, de profesionalismo y muchas mentiras.
En este presente, necesitamos informar a nuestros hijos desde las escuelas, sobre vulnerabilidades, prevención, riesgos, contingencias. Necesitamos mapa de riesgo local y de las cuencas. De esa forma podremos informar a cada uno de los que vivimos en ella los riesgos reales, tanto naturales como antrópicos. Precisamos hacer estudios serios y completos de las cuencas y subcuencas. Es imprescindible trabajar de una vez por todas en regiones, para realizar la prevención, control de obras, mantenimientos necesarios, ver problemas nuevos y futuros.
También trabajar en una central donde se pueda analizar los datos por modelos climáticos, analizar la información en tiempo real y así tener un panorama real ante una posible crecidas o riesgo climático o ante una inminente catástrofe. Hoy en día, en la zona no hay nada de eso, ni sabemos el tiempo de recorrido de las crecidas en cuenca alta a baja, tampoco tenemos las estaciones necesarias para dar las alertas, sólo hay en un sector y por mi experiencia, el menos complicado.
Si tuviera que expresar hoy un deseo concreto, sería en primer lugar la formación de una Coordinadora de región donde se atiendan todos los problemas que hay en las cuencas, con los estudios necesarios, se planeen las estrategias, tanto en obras, prevención, mantenimientos. Sin color político y dejando de lado las mezquindades y los egoísmos personales.
Sigo creyendo que puedo verlo, que podemos hacerlo. Sigo pensando que mi deseo es estar involucrado plenamente. Todos deberíamos estarlo.